Palma de Mallorca es una hermosa ciudad que proporciona a sus habitantes una calidad de vida envidiada en todo el mundo. Considerada por el prestigioso diario “The Times” como “el mejor lugar para vivir del mundo”, su centro histórico conserva lugares maravillosos que nos trasladan a un pasado, con calles estrechas que invitan a pasear y a contemplar maravillosos edificios centenarios, con sus típicas clastras y patios interiores.
Los edificios históricos de Ciutat Vella poseen una característica peculiar y es que conjugan a la perfección el lujo con la sobriedad. Esto lo observamos en toda la isla de Mallorca, pero en Palma abruma el elevado número de construcciones que aúnan estas dos características, que algunos consideraban incompatibles hasta haber callejeado por esta tierra. Y es que esto es consecuencia de la idiosincrasia de sus gentes. Amantes de la discreción, huyen de cualquier signo de ostentación, por ello, incluso los más espléndidos palacetes que se reparten por todo su centro histórico destacan por su sobriedad.
Tratándose de una ciudad tan abierta al mar, el casco antiguo de Palma de Mallorca enamora por sus colores, su clima y la hospitalidad de sus habitantes. El color azul de su mar y de su cielo, la temperatura cálida y la amabilidad de los palmesanos, acostumbrados a los visitantes, orgullosos de su tierra y a la vez discretos, convierten al centro histórico de Palma de Mallorca en un lugar ideal donde residir. Tanto adquirir un piso para vivir, como comprar un pequeño apartamento por un extranjero con deseos de pasar pequeñas temporadas, o establecer un negocio en esta ciudad. Todas ellas son decisiones acertadas, pues en pocos sitios podemos encontrar mejor calidad de vida.